5 motivos para participar del Club de Conquistadores
Por Adm1n
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Porque formar parte del Club de Conquistadores puede cambiar para siempre la vida de un adolescente.
Por Cristina Levano | Países Hispanos
19 septiembre, 2025Ser conquistador es mucho más que vestir un uniforme con insignias coloridas y participar en marchas y campamentos. Este ministerio mundial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, presente en más de 160 países, reúne a millones de niños y adolescentes de 10 a 15 años en un espacio de crecimiento integral. Cada actividad está diseñada para formar el carácter, fortalecer valores y preparar a los jóvenes para servir.
En 2025, el Club de Conquistadores cumple 75 años de organización, y lo largo de los años, ha sido una verdadera escuela de vida, acompañando a las nuevas generaciones en el descubrimiento de sus talentos, en la construcción de amistades duraderas y en el desarrollo de un propósito firme.
Actualmente, muchos adolescentes enfrentan vacíos emocionales, falta de propósito y desafíos sociales. La realidad sudamericana confirma esta preocupación. Según datos divulgados por la Organización Panamericana de la Salud (OPAS) en 2021, los trastornos de ansiedad y depresión están entre los principales problemas de salud mental de los adolescentes en América Latina. En este contexto, el Club de Conquistadores puede ser una alternativa transformadora, ofreciendo comunidad, crecimiento y esperanza para las nuevas generaciones. Por eso, conozca cinco motivos para formar parte del Club de Conquistadores:
1. Desarrollo físico y disciplina
Los conquistadores realizan largas caminatas, acampan bajo las estrellas, aprenden a nadar, técnicas de rescate e incluso practican primeros auxilios. Todo esto desarrolla resistencia, coordinación y conciencia del cuidado físico.
Pero además del ejercicio, está la disciplina: aprender orden cerrado y ensayar marchas desarrolla la coordinación y el trabajo en equipo; mantener la mochila organizada o cocinar al aire libre enseña constancia y organización. Este tipo de actividades ayudan a los adolescentes a crear hábitos de higiene, a fortalecer la resistencia física e incluso a descubrir deportes que pueden llevar a la vida adulta.
Club de Conquistadores realizando orden cerrado durante un campamento en Chile. (Foto: Unión Chilena)
2. Crecimiento espiritual
Cada encuentro incluye momentos de reflexión bíblica, oración y alabanza que ayudan a los adolescentes a encontrarse con un Dios cercano y real. No se trata solo de leer versículos, sino de vivir experiencias que fortalecen la vida espiritual.
Participar en actividades misioneras, distribuir literatura, visitar enfermos o llevar esperanza a comunidades necesitadas enseña al adolescente que, incluso en momentos difíciles, puede encontrar ayuda en Dios.
Conquistador durante un impacto en las ciudades de Natal e Parnamirim, Brasil. (Foto: Andreza Ferreira/ Unión Noreste Brasileña)
3. Desarrollo mental y creatividad
El Club también es un laboratorio de ideas. Con más de 400 especialidades en áreas como ciencia, naturaleza, actividades profesionales, artes manuales y recreación, los conquistadores pueden explorar sus intereses y talentos.
Un joven puede aprender astronomía identificando constelaciones en una noche de campamento; otro puede iniciarse en la fotografía al registrar la belleza de la naturaleza; y otro puede interesarse por los primeros auxilios al practicar vendajes en una actividad.
Estas experiencias desarrollan la creatividad, el pensamiento crítico y la capacidad para resolver problemas. Lo que comienza como una actividad recreativa puede despertar vocaciones profesionales y abrir caminos para el futuro.
Conquistadora ecuatoriana enseñando nudos durante una presentación sobre lo aprendido a lo largo del año(Foto: Misión Ecuatoriana del Sur).
4. Formación social y liderazgo
Otro motivo para formar parte del Club es la oportunidad de convivir, compartir y liderar. Los adolescentes aprenden a trabajar en equipo cuando arman una carpa bajo la lluvia, cuando necesitan cooperar para superar una pista de obstáculos o cuando organizan un programa en la iglesia.
Los líderes les confían responsabilidades como dirigir una unidad, organizar un juego o coordinar una presentación, fortaleciendo la autoestima y las habilidades de liderazgo. Además, la diversidad del grupo enseña a respetar diferencias, escuchar ideas y valorar a cada persona.
En el Club de Conquistadores, cada unidad tiene cargos como capitán, secretario y tesorero, para enseñar liderazgo, organización, responsabilidad y trabajo en equipo. (Foto: Unión Argentina)
5. Servicio comunitario y solidaridad
Este ministerio despierta un profundo sentido de misión y servicio. No es raro ver conquistadores colaborando en la promoción de campañas de donación de sangre, apoyando en la recolección de alimentos, ayudando a personas de la comunidad o llevando alegría a niños hospitalizados. Cada proyecto social es un recordatorio de que la verdadera grandeza está en servir.
Un adolescente que pinta una escuela rural, que limpia una plaza pública o que entrega alimentos a familias necesitadas, experimenta en la práctica el valor de la solidaridad. Estas vivencias no solo benefician a la comunidad, sino que también transforman al propio joven, que aprende a mirar el mundo con compasión y compromiso.
Conquistadores limpiando una de las avenidas de la ciudad de Barretos durante un campamento. (Foto: Veronica Quispitongo/Unión Paraguaya)
Si deseas que tu hijo, sobrino o incluso un adolescente de tu comunidad viva esta experiencia transformadora, el primer paso es sencillo: encontrar un Club de Conquistadores cerca de ti. Ingresa a clubes.adventistas.org/es y descubre cómo ser parte de este gran ministerio.
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